Cómo Lavar Los Mangos Correctamente

Lavar mangos en un entorno industrial es más que un simple enjuague rápido: es un proceso sistemático que garantiza la inocuidad alimentaria, preserva la calidad de la fruta y cumple con estrictas normas regulatorias. Ya sea que procese mangos para el mercado de productos frescos, para jugo o para enlatar, un lavado adecuado elimina la suciedad, los pesticidas, las bacterias y otros contaminantes. Aquí tiene una guía paso a paso para hacerlo bien.

Comience con la preclasificación e inspección

Antes de lavar, clasifique los mangos para eliminar las frutas dañadas, demasiado maduras o visiblemente contaminadas. Los mangos dañados con grietas o magulladuras pueden albergar más bacterias y liberar jugos que contaminen a otros durante el lavado. Utilice cintas transportadoras con estaciones de clasificación manuales o automatizadas: los trabajadores o las máquinas pueden identificar y retirar rápidamente las frutas no aptas. Este paso reduce la carga del sistema de lavado y previene la contaminación cruzada.

Elija el equipo de lavado adecuado

Las instalaciones industriales utilizan maquinaria especializada para gestionar grandes volúmenes de forma eficiente. Las configuraciones más comunes incluyen:
Lavadora de mango con burbujas: Utiliza corrientes de aire para crear burbujas en el agua, frotando suavemente la superficie de los mangos. La agitación afloja la suciedad sin dañar la delicada piel de la fruta.

Lavadoras por aspersión: Chorros de agua a alta presión (ajustados a 10-15 psi para evitar magulladuras) se dirigen a los mangos a medida que se desplazan por una cinta transportadora. Esto es eficaz para eliminar pesticidas superficiales.

Lavadoras con cepillos: Cepillos de cerdas suaves giran contra los mangos, desprendiendo la suciedad o los residuos difíciles. A menudo se utilizan en combinación con rociadores de agua para una limpieza más profunda.

Muchas fábricas combinan estos métodos (por ejemplo, un lavado de burbujas seguido de un enjuague por aspersión) para garantizar una limpieza exhaustiva.

Control de la calidad y la temperatura del agua

El agua utilizada para el lavado es fundamental. Debe ser potable para evitar la introducción de nuevos contaminantes. Algunas instalaciones tratan el agua con cloro (a 50-100 ppm) u otros desinfectantes aptos para alimentos para eliminar bacterias como E. coli o Salmonella. Sin embargo, es necesario controlar cuidadosamente los niveles de desinfectante para evitar residuos en la fruta.

La temperatura del agua debe ser ligeramente superior a la de los mangos (alrededor de 20-25 °C / 68-77 °F). Esto evita que la fruta absorba agua, lo que puede provocar su descomposición o cambios en su textura.

Enjuague y Seque Completamente

Tras el lavado inicial, un enjuague final con agua limpia y desinfectada elimina cualquier residuo de detergente o desinfectante. Los mangos se secan posteriormente para evitar la formación de moho durante el almacenamiento o el transporte. Las secadoras industriales utilizan un flujo de aire suave, evitando las altas temperaturas, que pueden ablandar la fruta, para eliminar la humedad superficial sin dañar la piel.

Un lavado industrial adecuado del mango equilibra la eficiencia con la seguridad alimentaria, protegiendo tanto a los consumidores como a la calidad de la fruta. Siguiendo estos pasos, las fábricas pueden garantizar que sus mangos estén limpios, frescos y listos para el mercado.

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