Los mangos deshidratados son un refrigerio delicioso y nutritivo que captura el sabor dulce y ácido de los mangos frescos mientras prolonga su vida útil. Usar un deshidratador es una manera eficiente y fácil de secar mangos, preservando su bondad natural para disfrutarlos durante todo el año. En esta guía, lo guiaremos a través del proceso de secado de mangos en un deshidratador, desde la selección de los mangos correctos hasta el almacenamiento de sus golosinas deshidratadas.
Paso 1: elija los mangos correctos:
Comience seleccionando mangos maduros y sabrosos. Busque mangos que sean firmes, ligeramente suaves al tacto y que tengan un aroma fuerte en el extremo del tallo. Los mangos maduros producirán el mejor sabor y textura en sus bocadillos deshidratados.
Paso 2: lavar y pelar:
Lave bien los mangos con agua corriente fría para eliminar la suciedad o los residuos. Con un cuchillo afilado, quita con cuidado la piel de los mangos. Este paso es importante para garantizar un secado uniforme y evitar cualquier sabor amargo que la piel pueda impartir.
Paso 3: Retire la carne:
Corta la pulpa del mango lejos del hoyo. Puedes hacer esto cortando a lo largo de los lados planos del hoyo. Corta el mango en rebanadas o tiras finas y uniformes, de aproximadamente ¼ de pulgada de grosor. Esto ayudará a asegurar que el mango se seque uniformemente.
Paso 4: Pretratamiento (Opcional):
Para darle más sabor y evitar que se doren, puede tratar previamente las rodajas de mango antes de secarlas. Puede sumergirlos en una solución de jugo de limón y agua (1 parte de jugo de limón por 3 partes de agua) durante unos 5 minutos. Este paso es opcional, pero ayuda a mantener el color vibrante de los mangos.
Paso 5: Disponga en las bandejas del deshidratador:
Coloque las rebanadas de mango en las bandejas del deshidratador en una sola capa. Asegúrese de dejar espacio entre las rebanadas para permitir la circulación de aire adecuada. Esto ayudará a que los mangos se sequen uniformemente y evitará que se peguen.
Paso 6: Configure la temperatura y el tiempo del deshidratador:
Consulte el manual del usuario de su deshidratador para conocer los ajustes recomendados de temperatura y tiempo. Generalmente, la temperatura para secar mangos oscila entre 125 °F y 135 °F (52 °C y 57 °C). El tiempo de secado puede variar según factores como el grosor de las rebanadas, la humedad y la eficiencia del deshidratador. Por lo general, los mangos tardan entre 8 y 12 horas en secarse por completo.
Paso 7: verifique la cocción:
Revise las rodajas de mango periódicamente para ver si están secas. Deben ser flexibles pero no pegajosos cuando se tocan. Estás buscando una textura de cuero, sin humedad visible. Si es necesario, puede rotar las bandejas o reorganizar las rebanadas para asegurar un secado uniforme.
Paso 8: Enfriar y Almacenar:
Una vez que los mangos estén secos a la consistencia deseada, apague el deshidratador y deje que las rodajas se enfríen por completo. El enfriamiento adecuado ayuda a prevenir la condensación dentro del contenedor de almacenamiento. Transfiera las rebanadas de mango enfriado a recipientes herméticos o bolsas resellables. Guárdelos en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa.
Paso 9: disfrute de sus mangos secos:
¡Tus mangos secos caseros ya están listos para disfrutar! Estas golosinas dulces y masticables son un refrigerio nutritivo por sí solas, o puede agregarlas a mezclas de frutos secos, yogur, cereal o productos horneados.
Conclusión:
Secar mangos en un deshidratador es un proceso simple y gratificante que le permite saborear los sabores de esta fruta tropical durante todo el año. Siguiendo estos pasos, puede crear bocadillos de mango seco deliciosos y saludables que seguramente se convertirán en los favoritos entre su familia y amigos. Sea creativo con los sabores experimentando con diferentes especias o coberturas, y tendrá una delicia versátil que es perfecta para cualquier ocasión.
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