El puré de mango, un producto delicioso y versátil, es el resultado de un meticuloso proceso de procesamiento que transforma los mangos maduros en una mezcla suave y sabrosa. En este blog, lo llevaremos detrás de escena para explorar el fascinante proceso de elaboración del puré de mango en las fábricas, asegurando la preservación de la esencia y el valor nutricional de la fruta.

Selección de Mangos:
El viaje comienza con la cuidadosa selección de mangos de alta calidad. Sólo las frutas completamente maduras y sin imperfecciones hacen el corte. Variedades como Alphonso, Haden y Kent suelen ser las preferidas por sus ricos perfiles de sabor.

Lavado y Clasificación:
Los mangos se lavan a fondo para eliminar cualquier impureza externa. Posteriormente, pasan por un proceso de clasificación, donde personal capacitado los separa según tamaño y calidad. Esto asegura la uniformidad en el producto final.

Pelado y Deshuesado:
Después de la clasificación, los mangos pasan a la etapa de pelado y deshuesado. Los equipos industriales retiran eficientemente la piel y extraen el hueso, dejando atrás la jugosa pulpa del mango. Este paso es crucial para lograr una textura suave y consistente en el puré.

Mezcla:
Luego, la pulpa de mango se mezcla cuidadosamente para lograr la consistencia deseada. Algunos fabricantes pueden agregar una pequeña cantidad de ácido cítrico para realzar la acidez y preservar el color del puré. El objetivo es crear una mezcla uniforme que capture la verdadera esencia de los mangos frescos.

Tratamiento térmico:
Para garantizar la seguridad y longevidad del puré, se somete a un proceso de tratamiento térmico. Este paso implica exponer la mezcla de mango a una temperatura específica durante un período determinado. El calor ayuda a destruir los microorganismos dañinos mientras mantiene el color y sabor natural del puré.

Embalaje:
Una vez que el puré de mango pasa por los controles de calidad, está listo para ser envasado. A menudo se emplean recipientes esterilizados o métodos de envasado aséptico para mantener la frescura del producto y prolongar su vida útil. Algunos fabricantes optan por soluciones de embalaje ecológicas para minimizar el impacto medioambiental.

Control de calidad:
A lo largo de todo el proceso se aplican rigurosas medidas de control de calidad. Se toman muestras periódicamente para realizar pruebas, lo que garantiza que el puré de mango cumpla con los estándares de la industria en cuanto a sabor, color, aroma y contenido nutricional.

Almacenamiento y Distribución:
Luego, el puré de mango finalizado se almacena en ambientes controlados para preservar su calidad. A partir de ahí, está listo para su distribución a varios mercados, tanto nacionales como internacionales, donde encontrará su camino hacia una infinidad de creaciones culinarias.

Conclusión:

El viaje desde los mangos maduros hasta el delicioso puré de mango es un testimonio del compromiso de los fabricantes para ofrecer un producto de alta calidad. Cada paso del proceso juega un papel vital en la preservación de las bondades naturales de la fruta, lo que permite a los consumidores disfrutar del sabor de los mangos frescos durante todo el año. La próxima vez que saboree un plato o bebida con puré de mango, podrá apreciar el intrincado viaje que tomó hasta llegar a su mesa.

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